En Condorcanqui, desde 2010 a mayo de 2024, se han registrado 524 casos de procesos administrativos disciplinarios hacia docentes denunciados por el presunto delito de hostigamiento sexual. La información fue reportada por la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL Condorcanqui). Y aunque se esperaba una acción frontal del estado peruano, sucedió todo lo contrario. El ministro de educación, Morgan Quero Gaime, definió esta situación como «prácticas culturales». Fue respaldado por los demás ministros, y el escándalo estalló.

Nube Roja inició una exhaustiva investigación acerca de la situación que padecen los menores de edad de la provincia de Condorcanqui al estar expuestos en los que deberían ser ambientes de protección y de confianza, tales como centros educativos, de salud, de atención inmediata de emergencias y de seguridad. Sin embargo, estos no lo son.

En los últimos catorce años se han condenado a siete docentes por violación sexual en Condorcanqui.

Por: Jairo Rodríguez Delgado

Los escolares de secundaria de la región Condorcanqui no pueden dormir bien. Tienen que acostarse en catres vacíos sobre una espuma sucia amarillenta. Algunas están partidas por la mitad debido al desgaste, pero es su única opción para descansar después de sus clases.

Duermen entre paredes de madera apolilladas rodeadas de polvo. Los alumnos se encuentran alojados dentro de la residencia de la escuela Ricardo Palma Soriano en el distrito de Nieva, Condorcanqui. En ese espacio, cada uno duerme en una cama improvisada. Están pegadas a unos palos que improvisan una litera de hamacas. Todos están concentrados en un solo cuarto.

Actualmente se tiene registrado 17 residencias en centros educativos para los estudiantes de la provincia de Condorcanqui en la región Amazonas. La construcción de estos, en su mayoría, fue apoyada por los padres de familia, quienes buscan que sus hijos se encuentren protegidos.

Muchos de ellos viven a kilómetros del colegio, y para evitar que se desplacen por grandes tramos, duermen ahí para recibir educación sin problemas de movilidad. Sin embargo, en estas mismas instalaciones se da una cantidad fuerte de casos de violencia, entre ellas, violaciones sexuales a menores de edad.

Residencia instalada cerca al instituto educativo Ricardo Palma Soriano. Apenas los estudiantes pueden descansar. Foto/ Rosemary Pioc

La provincia Condorcanqui está dividida en tres distritos: Nieva, El Cenepa y el Río Santiago. Sin embargo, aunque puedan parecer pocos, el acceso a los distintos servicios de educación, salud y seguridad se encuentran distantes. Puede tomar un máximo de ocho horas para acceder a estos centros. En estas zonas, lejanas de la intervención del gobierno, se ha llegado a discutir el intercambio de bienes —como toallas higiénicas, jabón y productos de aseo personal— por sexo con menores de edad.

Todo esto denuncia Rosemary Pioc, presidenta del Consejo de Mujeres Awajún, quien elaboró una colecta para apoyar a las diferentes menores afectadas en Condorcanqui. Ella menciona que allí se han establecido leyes internas para castigar a las personas que cometen estos delitos, porque la ley como tal no existe. En el caso de los agresores sexuales, su pena se resuelve al pagar 3 mil soles, y quedar encerrados durante unos días en el calabozo indígena: una especie de prisión angosta de madera, donde se les encierran para cumplir pena.

Dentro de estos calabozos hay distintas pintas y enunciados que se tornan en amenazas sin arrepentimiento escritas por los violadores. La seguridad es endeble, y la mayoría de veces los castigados se escapan. La normalización de estos delitos es preocupante. Pioc me comenta que ha conocido casos en donde los agresores han dado dinero a los menores, desde 500 hasta 3 mil soles para agredirlas sexualmente «a lo legal». Las familias no denuncian por temor. No tienen los mecanismos de protección necesarios, y usualmente son amenazadas.

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En mayo del 2024, Rosemary Pioc, denunció ante un medio internacional 524 casos de docentes que habían incurrido en el delito de hostigamiento sexual en Condorcanqui. Dicha cifra comprende al periodo del año 2010 a mayo del 2024. La noticia tuvo tal relevancia que pudo llegar a medios nacionales. Pero todo explotó cuando el ministro de Educación, Morgan Quero Gaime, se pronunció y calificó al hecho como «prácticas culturales».

Cuando Pioc se enteró de la noticia, era de mañana, apenas estaba desayunando. El ministro intentó contactar con ella para empezar un diálogo, pero no se ejecutó. Pioc responsabilizó al ministro, y le pidió que se retracte. Nunca lo hizo.

Días después, el ministro apareció posando en una foto con el actual apu de la comunidad. Luego fue a Nieva en persona, uno de los tres distritos de Condorcanqui; y prometió herramientas para combatir los constantes casos en contra de los menores de edad. Ella estaba furiosa. Me comenta que hasta el momento no ha sido fructífera ninguna promesa en la práctica.

Nube Roja pudo actualizar la información que presentó hace meses Pioc en medios nacionales e internacionales. Y detectó que la cifra aumentó a 537 docentes.

No solo eso, también encontró que a nivel nacional, desde el 2018 a la fecha, se han sentenciado a 1580 profesores por violación a la libertad sexual. Entendidas como violación sexual y actos contra el pudor, como tocamientos indebidos y actos libidinosos. En el presente año, solo dos profesores fueron sentenciados en Amazonas.

Ante las diversas agresiones sexuales que sufren los menores en Condorcanqui, se han establecido nuevos baños para el aseo personal de la niñas. No cuentan con servicios básicos. Foto/ Rosemery Pioc

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Los Centro de Emergencia Mujer en Condorcanqui están repletos de papeles. Son expedientes de las distintas víctimas que han acudido para recibir apoyo psicológico de forma inmediata. Desde su creación, en el 2012, han atendido a 246 casos por violación sexual, la mayoría a menores de edad.

Prácticamente es imposible brindar una atención inmediata adecuada a las víctimas menores de edad. Los distintos casos, denuncias, expedientes contra los docentes se quedan estancados debido a la nula accesibilidad de dichas herramientas. Y es necesario ir a Bagua, la otra provincia colindante a Condorcanqui, para realizar los exámenes respectivos.

La situación se agrava cuando se acude a la información de la UGEL Condorcanqui, que recopila los distintos casos y denuncias de docentes. Donde muchas de estas no llegan a la Fiscalía.

Algunos datos cedidos por la UGEL, ante el pedido de Nube Roja, menciona que durante los últimos catorce años, se ha condenado a siete docentes por el delito de violación de la libertad sexual. Además, doce docentes cuentan con denuncias administrativas por presuntos hechos de violación sexual desde el 2018 a la fecha en Condorcanqui.

Pioc comenta que el VIH en Condorcanqui no es vista como una enfermedad, más bien se refieren a él como «una energía negativa». En 2022, se decidió decretar el estado de emergencia debido a la facilidad de contagio del virus en la comunidad. Los números son graves. Desde el 2018 a la fecha, se han detectado 2 mil 213 casos de VIH en las comunidades Awajún y Wampis tan solo en Amazonas. De estos casos, quince menores de edad han fallecido a causa de este virus.

Las cifras son alarmantes, pues son casos detectados a través de un tamizaje que permite diagnosticar la enfermedad. Debido a la dificultades de acceso a estos servicios, es probable que exista un número mayor de casos, siendo uno de los factores principales de contagio la violación a menores de edad.

La infraestructura ni las herramientas a disposición no cubren las necesidades de atención. Apenas en Condorcanqui hay un establecimiento II – 1, es decir, un hospital que pueda garantizar un tratamiento especializado.

Las agresiones sexuales se dan mayormente en las residencias escolares. Su infraestructura es frágil y fácil de acceder. Los escolares no cuentan con protección. Foto/ Rosemary Pioc

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Cuando Pioc se dispuso a ver los calabozos indígenas, junto con una periodista de un conocido dominical de televisión, ocurrió algo extraño. Apenas entraron al campo abierto, y desde lejos oyeron voces que se convertían en risas. Al ver su presencia, huyeron. Salió un vigilante que resguardaba la zona y en su nerviosismo solo optó por afirmar que estaban encerrados. Cuando llegaron, los tres calabozos se encontraban vacíos.

Casi dos semanas antes de este suceso, dos miembros del consejo que Pioc preside fueron capturadas sin razón alguna, y encerradas en el mismo calabozo. Pioc salió a denunciar el hecho, y en cuestión de horas las soltaron.

En la llegada de la ministra de la Mujer a la comunidad, se realizó una reunión entre todas las entidades para el abordaje de la problemática. Pioc fue invitada. Fue la primera vez que estuvo cara a cara con un ministro. En las anteriores llegadas del ministro de Educación y de Salud a Condorcanqui no estuvo.

Ella tenía muchas cosas que decir, estaba preparada para denunciar todos los ataques que había padecido después de la denuncia que se divulgó en diversos medios nacionales e internacionales. Solo había un problema. Durante la reunión, le permitieron hablar en un límite de tres minutos. Nunca más pudo intervenir.

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