Asentamientos humanos de Lima entre la pobreza y la pandemia

El poeta español Federico García Lorca definió al Perú como una tierra de metal y melancolía, no estaba lejos de la verdad; el país sudamericano posee una de las tasas más grandes de pobreza extrema a nivel continental (solo por encima de Venezuela y Bolivia), a pesar de tener grandes riquezas minerales y naturales. Con la pandemia de la Covid-19 esta situación se ha agravado, se prevé que más de 3 millones de peruanos se volverán pobres durante esta crisis. En este fotoreportaje realizado por Javier Maguiña en el asentamiento humano La Nueva Casuarina (San Juan de Lurigancho-Lima) señalamos una realidad general de Perú.

La niebla rodea al asentamiento humano La Nueva Casuarina, ubicado en la parte más alta de San Juan de Lurigancho uno de los distritos más pobres de Lima. En el escenario terrible de la pandemia, donde ya han muerto más de 20 mil peruanos y la miseria arrecia, las 90 familias de este asentamiento intentan sobrevivir como pueden. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) los los hogares peruanos deben enfrentar cinco vulnerabilidades: vulnerabilidad monetaria, vulnerabilidad alimentaria, vulnerabilidad laboral, vulnerabilidad financiera y vulnerabilidad hídrica.

En muchos barrios y asentamientos humanos la pandemia de la covid-19 golpea duramente por la falta de recursos, el desempleo y  el abandono del Estado peruano que es indiferente a sus problemáticas. Muchas familias han gastado todos sus ahorros para poder subsistir, esto les condenó a caer en una grave situación de precariedad económica. Sin embargo, la organización comunitaria ha aparecido como una última esperanza. Para persistir los vecinos realizan ollas comunes, tejdiendo así una pequeña resistencia ante la enfermedad y el hambre; es la resistencia de quienes son invisibles para Perú.

El comedor atiende a 150 personas por día. Esto es posible porque cada miembro del asentamiento humano entrega alguna donación para contribuir con la olla común. Es el pueblo salvando al pueblo.

“El Estado no ha llegado con ninguna ayuda humanitaria. La situación que viven muchas familias es lamentable. Hay familias que no tienen empleos. Hay familias que en verdad no tienen que comer y hay madres solteras que no tienen ningún ingreso. Es muy triste la situación. También, es lamentable que pocos medios hayan venido acá para solidarizarse. Hemos recibido la mínima ayuda de personas externas”. Estas son las palabras de Mariela, una de las mujeres organizadoras, encargada de la olla común en La Nueva Casuarina.

 

Hay voluntarios que llegan de otros distritos a cortar el cabello a los vecinos de la Nueva Casuarina. Después de meses de confinamiento estas acciones ayudan a relajar un poco la ansiedad a la que están sometidos día tras día.

 

Las mujeres pobres del Perú han pasado por demasiados males durante esta pandemia, aparte de la violencia física y sexual (se han recibido 27 mil denuncias de agresión durante el estado de emergencia y en lo que va del año se han cometido 73 feminicidios), también deben soportar la violencia económica porque muchas de ellas al laborar en sectores informales perdieron su empleo. Sin ningún seguro social o acceso a fondo de pensiones que las respalde; sin ahorros y sin salario la situación es incierta, caotica y deprimente. “La mujer es la proletaria del proletario”, escribió Flora Tristán y no le faltaba razón.

La niñez es otro gran sector vulnerable en esta pandemia, sin tener acceso adecuado a educación de calidad, ni a una alimentación balanceada son los grandes olvidados de esta sociedad. 

Los márgenes de la gran capital del Perú dejan al descubierto las desigualdades que matizan nuestra nación, mientras no se solucionen estos problemas urgentes no podremos hablar de reconciliación ni de un bicentenario promisorio. El problema de la vivienda agrava más la situación ante la Covid -19, de cada 10 peruanos 6 viven en hacinamiento: el 71% es informal y solo el 21% tiene refrigeradora en su hogar.

 

 

*Si deseas apoyar con alimentos, ropa y otros implementos necesarios para el AA.HH. te puedes comunicar vía facebook con Luis Javier Maguiña. * *También, puedes apoyar donando dinero al número de cuenta (Bcp) de una de las encargadas de la Olla Común en La Nueva Casuarina.* *Número de cuenta (Bcp): 19140198148088 – Olga Buitrón Jiménez* *Número de cuenta (Bcp): 37539565660069* *Yape: 942630401*

 

Fotógrafo documental y social. Estudió Ciencias de la comunicación en la Pontifica Universidad Católica del Perú. Colaborador de la Revista Nube Roja.

Luis Javier Maguiña

Fotoperiodista

2 respuestas

  1. Hola luis cómo estás me gustaría preparar algunos postres para todas las personas de la olla común y de lugares que están muy precarios y llevar un poco de felicidad para ellos .

    1. Hola, Lorients, puedes contactarte con Luis mediante instagram.Su usuario es luisjaviermlx. Saludos y gracias por leer nuestro contenido.

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