Se tiene que reconocer que la actual provincia de Espinar, ubicada en la región Cusco, siempre tuvo antecedentes de haber desempeñado la agricultura, la ganadería de camélidos sudamericanos y la minería desde tiempos de sus antecesores, es decir, desde los albores de la humanidad cuando llegaron los Wayra runas o nómades, los Qoa Mallmora o sedentarios, los Hathun Simph’alis o moradores de viviendas y los K`ana, que fueron un gran señorío andino, que el cronista  PEDRO CIEZA DE LEON llamó “OTRA NACION DE GENTE” y que ahora antropológicamente se reconoce como la NACION K`ANA. En tiempos del Estado tawantinsuyano se trabajó en este territorio la actividad de la minería en lo que hoy son los distritos de Condoroma, Coporaque y Suykutambo, que cuando llegaron los españoles se constituyeron en trapiches importantes donde se laboró la plata y el oro principalmente; quedando estos lugares como evidencia que hoy se puede observar.

La actual situación de violencia que vive la provincia de Espinar- en su décimo día de huelga indefinida- marca el tipo de relación que mantiene con la gran minería que explota los yacimientos cercanos a la capital, la ciudad de Yauri, principalmente  en el territorio de las comunidades indígenas de Alto Huancané, Tintaya Marquiri, Bajo Huancané y Huanu Huanu, que hoy (ante el cierre de mina del yacimiento Tintaya) se trasladó a la comunidad campesina de Alto Huarca donde se ubica el campamento minero de ANTAPACCAY.

Pobladores de Espinar toman la Plaza de Armas. (Marco Jímenez)

Desde muchos años atrás los administradores del complejo minero de Tintaya, llámese Magma, BHP, BILLITON, XTRATA COOPER y actualmente Glencore Antapaccay fueron dando información no real de su presencia en la zona, incluso utilizando canales de televisión de señal abierta que provocaron la reacción violenta del pueblo de Espinar el 21 de mayo de 1990, que ocupó el campamento de Tintaya, luego de estos sucesos se firmó acuerdos que la empresa minera se obligó a cumplir con el pueblo K`ana de Espinar.

Desde ese tiempo, se vive una relación tensa, la empresa busca estratégicamente ganar espacio político y social en el pueblo de Espinar, contratando hombres de prensa que hablan muy bien de las actividades que realizan y denostando las opiniones de los ciudadanos que la cuestionan; prestándose a ese juego algunas autoridades políticas y dirigentes sociales, personajes plenamente identificados por el pueblo, cuya situación económica creció exponencialmente en comparación con el ciudadano de a pie; además subrepticiamente auspicia programas radiales que dividen al pueblo de Espinar, creando demérito al trabajo dirigencial.

Luego del histórico 21 de mayo de 1990, se han replicado muchas protestas en el transcurso de los años hasta nuestros días, donde siempre se evidenciaron las violentas represiones por parte de la policía que arremetió contra el pueblo de Espinar, por lo que hubo muchos muertos, heridos y ciudadanos traumatizados. Muchos dirigentes fueron denunciados, y luego de años de engorrosos procesos judiciales fueron absueltos de los cargos imputados, percibiendo la población que antes que procesos estrictamente legales, eran venganzas políticas encubiertas de legalidad. Estos acontecimientos hicieron que pueda surgir la idea de un Contrato Social entre la Empresa minera y el pueblo de Espinar, al margen de la legislación nacional, puesto que el Estado es quien ocasiona que se den estos escenarios por medio de la emisión de leyes que vulneran los territorios comunitarios, despojándolos de sus más elementales derechos como pueblos originarios o indígenas que preexisten al estado criollo nacional llamado Perú.

Este contrato social se denomina CONVENIO MARCO siendo su finalidad el desarrollo sostenible y sustentado de la Provincia de Espinar, en el cual compromete a la empresa a efectuar aportes anuales del 3% de sus utilidades netas para proyectos de desarrollo. Es este proceso también hizo su aparición la FUNDACION TINTAYA, y la minera indicó que este sería el instrumento institucional por el cual se administraría los fondos del Convenio Marco. Idea genial en su momento ya que se confiaba en los buenos oficios de la empresa minera, pero en la práctica resultó siendo la caja chica de la misma. Al interior de esta institución se elaboraban los proyectos, se ejecutaban y liquidaban los mismos sin dar cuenta efectiva y trasparente al pueblo de Espinar, siendo esta su modalidad de operar hasta el presente.

Estos aportes anuales se estuvieron efectuando teniendo siempre que esperar la voluntad de la minera, es por eso que desde el décimo tercer aporte se ha venido acumulando hasta la fecha, estimándose un monto de 86 millones de soles; los aportes deberían ser depositados en una cuenta del Banco BBVA Continental, y debido al actual escenario mundial (Pandemia generado por la Covid-19) el Comité de Gestión del Convenio Marco aprobó su desembolso de 50 millones de soles para LA REACTIVACION DE LAS ECONOMIAS DE LAS FAMILIAS DEL PUEBLO DE ESPINAR el 12 de mayo del presente año, que significaba un bono extraordinario de mil soles (menguadas muy exageradamente como producto de la actual pandemia y las medidas que el Gobierno de turno adoptó), encargándose a FUNDACION  TINTAYA el proceso de distribución a cada ciudadano espinarense, tal y como fuera planteado por el comité técnico expresado en su expediente. Fundación Tintaya aceptó el encargo, pero después de dos semanas dimitió, se llamó a otra institución, la cual también sospechosamente se excusó de no estar preparada para esta tarea, finalmente se encargó a una institución comunal local, la cual se encontró con el entrampamiento de no tener la firma del representante de la transnacional para proceder con el desembolso correspondiente, mientras que a la par la empresa minera presentaba un plan que denominó REACTIVA ESPINAR en el cual se consigna la apertura a 23 mil puestos de trabajo y otras medidas económicas, sustentables, desde su articular punto de vista.

Esta sería la chispa que avivaría el conflicto. Luego del día martes 14 de julio del 2020 no se llegó a ningún acuerdo con la empresa minera representada por el señor Livio Paliza, y por el propio gerente Carlos Cotera, ante la incapacidad de mediación por parte de Paula Bustamante, alta comisionada para el diálogo y desarrollo del Corredor Vial Sur de la PCM; el propio Gobernador Regional Jean Paul Benavente y los observadores presentes, la Vicaria de Solidaridad de Canchis y la Defensoría del Pueblo. El día miércoles 15 de julio el pueblo K`ana de Espinar inició una huelga indefinida que tiene entre sus principales puntos en su plataforma de lucha el desembolso inmediato de los dineros del Convenio Marco para el bono de mil soles y la reformulación del Convenio Marco, reclamándose al Estado Peruano también el cumplimiento de los compromisos que se tiene pendiente como producto del proyecto Majes Siguas II, la construcción de un hospital adecuado a la situación de la población de Espinar que tiene presencia de metales pesados en el cuerpo, entre otras promesas y compromisos.

El día lunes 20 de julio, hubo enfrentamientos entre la población y la policía en el sector de Huayquilla, comprensión del distrito de Coporaque, donde se evidenció la quema de una camioneta y un camión minero, perteneciente a empresas que prestan servicios a la minera Las Bambas. El día miércoles, 22 jóvenes que retornaban de la marcha de sacrificio que habían efectuado al campamento minero donde funcionan las oficinas administrativas de Glencore Antapaccay fueron emboscados por contingentes de efectivos de la DINOES comandados por el Coronel Vargas Chillón en el sector del óvalo de los caminos que llevan a las ciudades de Cusco y Arequipa, a la salida de la ciudad de Yauri; esta acción fue llevada a cabo porque estaban informados que los jóvenes habían capturado a un infiltrado que presumiblemente pertenecía a Seguridad del Estado y que venía en el segundo camión que trasladaba también al dirigente de la Juventud K`ana, Juan Carlos Quirita. Según relató este en la plaza pública el día jueves 24, fueron intervenidos violentamente, el primer camión paso con normalidad y cuando ellos iban a hacer lo propio se escucharon disparos de bala, los proyectiles fueron dirigidos a los neumáticos del vehículo, luego fueron golpeados; según el testimonio de tres señoritas, ellas fueron tocadas sin su consentimiento por los efectivos  policiales, una acción brutal y atroz, las cogieron del pelo y luego les quitaron sus documentos y celulares que tenían, presumiblemente buscando la placa del efectivo de seguridad que los jóvenes habían logrado capturar, luego la policía ingreso por el puente San Martín y se ensañó con el barrio Licenciados soltando bombas lacrimógenas a las viviendas, prosiguió su avance por la avenida  hasta llegar al cruce con jirón Pichigua donde se dieron enfrentamiento con la población, replicando la acción de soltar bombas a los domicilios; recrudeciéndose esta acción hasta llegar a  la Avenida sol con la calle Alfonso Ugarte hasta Calle Libertad, en pleno centro de la ciudad de Yauri. Este enfrentamiento duró casi hasta la medianoche del día miércoles. El día jueves el pueblo auto convocado acudió al óvalo del mercado central y de allí se dirigió a la Plaza de Armas, haciendo su ingreso triunfal, las fuerzas policiales y del ejército se habían replegado y permitieron el ingreso de la población mientras sobrevolaba un helicóptero del ejército peruano. Se ingresó a la Plaza de Armas, pero con mucha cautela porque el pueblo de Espinar no olvida que en el año 2012 fue emboscado por las fuerzas policiales con saldos fatales y centenares de heridos; ahí se recibió la visita del Comandante de la Comisaria de Espinar, Edwin albino, quien exhortó a la población a buscar el dialogo y se comprometió a efectuar las indagaciones por los hechos que efectuaron las fuerzas policiales, que tal vez no estuvieron a cargo de su comando, sino de superiores y con órdenes precisas. En ese escenario se escucharon los testimonios de los jóvenes y señoritas agredidas, así como de la población en general para arribar a nuevos acuerdos de lucha y protesta.

Dueños de restaurantes organizan una olla común en apoyo de los manifestantes. (Marco Jímenez)

El pueblo de Espinar es un pueblo indómito, descendientes de los aguerridos K`anas, un pueblo propositivo por excelencia, muchos de sus planteamientos se han convertido en leyes, una de ellas es el presupuesto participativo, que fue planteada inicialmente en el distrito de Anta y que se replicó exitosamente a nivel provincial en Espinar.

Esperemos que este planteamiento de contratos sociales denominado Convenio Marco, también se replique mediante una ley en las poblaciones que conviven con empresas mineras, así como el estado ha generado estos escenarios y vivencias es necesario también que se rectifique y proteja a las poblaciones y comunidades vulnerables en los lugares donde se realizan actividades extractivas de metales.

Finalmente, en una reunión multisectorial de autoridades y dirigentes sociales de la provincia de Espinar el día jueves 23 de julio, se acordó una agenda de seis puntos para ser tratados con presencia de una comisión de alto nivel del Poder Ejecutivo conformado por el Premier y Ministros de Estado en la provincia de Espinar.

 

Periodista de Espinar.

Marco Jímenez

Periodista radial

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *