Mariela Dreyfus nació en Lima, en los años de 1960. Conformó el importante Grupo Kloaka a la edad de veinte años, junto a otros jóvenes, que buscaron conformar una nueva estética, mediante un lenguaje poético que expresara al sentimiento de las masas, que en ese entonces atravesaba una gran crisis.
El país padecía de un deterioro gubernamental y de una crisis económica y social. Eran los años de 1980, cuando Sendero Luminoso asediaba violentamente nuestro país y ponía en angustias a la población, que ahora se encontraba en una sociedad sangrienta e injusta, producto del sistema opresor.
Es así como el movimiento Kloaka, busca romper esquemas estéticos que vayan hacia una perspectiva de reclamo frente a lo que estaba sucediendo, y logra reunir a muchos artistas, no solo escritores, sino también a músicos, pintores y artistas en general.
Es por ello que kloaka se manifiesta como un movimiento liberador, motivador y estimulante. Muestra una estética donde la poesía ejerce su función de hablar, comunicar de manera intensa todo lo que observa a su alrededor.
Kloaka, no solo se convirtió en un movimiento importante en los años de 1982, sino que también sus integrantes, tuvieron de forma individual un reconocimiento por sus creaciones poéticas y estéticas dentro del medio.
Por ejemplo, Mariela Dreyfus, una de las fundadoras del movimiento. Esta escritora, publica en el año de 1984 su poemario Memorias de Electra. Libro poseedor de una moderna estética del lenguaje, con una temática totalmente revolucionaria para su época, donde la pasión erótica y el descubrimiento del cuerpo son los ejes centrales.
Su nueva propuesta de poesía, se enfrenta a la sociedad sexista de ese entonces, mostrando “osadía en el lenguaje, la irreverencia en la actitud, la falta de adorno al referirse al cuerpo, el nombrar las cosas –malestares y gozos- por su nombre” – ( A imagen y Semejanza , 1998) , lo que tipifica a una poesía eminentemente femenina, observada de desde una perspectiva distinta.
Uno de los poemas más poderosos es Post Coitum. Aquí se muestra la posición de una mujer dentro de la relación amorosa y sobre todo dentro de la realidad, como es que su firmeza la convierte en un ser ya no pasivo, sino activo y que se mueve dentro de su entorno; es así como en la segunda estrofa, se muestra una mujer segura, suelta, que se dirige a un hotel para poder aplacar sus deseos carnales junto a su compañero. “Frente al espejo de la entrada/aliso mis cabellos/ acomodo mis senos/al lado de mi muchacho/tímido como siempre en el primer abrazo”.
Además, vemos como el sistema capitalista se convierte en un factor influyente en el acto sexual entre los dos, pues denota que hasta para realizar el acto íntimo se necesita dinero para pagar un cuarto de hotel. “Descender las escaleras del hotel/y que las cosas vuelvan a su antiguo espesor. /Este placer ya ha sido pagado:/todo es dinero todo se vuelve papel moneda/el goce es dejado sobre sábanas prestadas”.
Ya en los últimos versos, hace referencia al “Yo” en un aspecto mucho más interno, pues dice que se dirige a su casa, que debe esconder sus pasos para que su madre no la vea (una madre conservadora muy probablemente); ella busca estrategias en el camino para que nadie note lo que hizo hace unas horas, ni de dónde vino.
Poniendo énfasis en los dos últimos versos, observamos la figura importante de la madre. Que no solo significa autoridad dentro de casa, ni en su vida, sino que es la mujer que representa de alguna manera la represión. Mientras Mariela es una mujer totalmente libre para ejercer sus actos, la madre es la mujer que evidencia todo lo contrario. Es la mujer reprimida, sometida a los roles de casa y sobre todo una mujer a la que se niega, (posiblemente ella misma, al asumir su postura dentro de la sociedad) los placeres sexuales, los placeres que brinda la libertad misma.
Es por ello que Mariela dice en sus últimos versos “El regreso a casa es solitario/ y debo esconder mis pasos, / el olor que sorprenda a mi madre/ mil veces violada y todavía virgen” (Memorias de Electra, 1984)