Las cifras de feminicidios en Perú aumentan vertiginosamente cada año, a nivel de Latinoamerica nos encontramos por encima de Chile, Colombia y Venezuela; en el 2019 fueron asesinadas 165 mujeres. En el 2018 se registraron 149 casos. En la década se suman más de 800 mujeres asesinadas a manos de sus parejas, familiares o simples desconocidos. Las cifras no son para nada un meme gracioso que se vuelva viral en internet.
Es 4 de enero del 2020 y ya ha ocurrido un feminicidio. Esta vez todo ha iniciado en Juliaca (Puno), en la sierra sur peruana. La víctima es Evamaría Carcausto Huancapaza, una mujer de 24 años, días antes de su muerte, había colocado a través de sus redes sociales que su “tóxico” era el gran amor de su vida. Él, Darwin Mesco Mamani, fue quien la asesinó. La pregunta es ¿desde cuándo empezamos a banalizar un término que significa el rasgo de un feminicida o agresor?
Lamentablemente la falta de educación, el machismo, y la ignorancia en temas de violencia de género, están creando conceptos, situaciones y acciones que siendo rasgos de violencia son tomados como forma de burla a través de “memes” o ilustraciones iconográficas que desvirtuan el verdadero sentido de la palabra “tóxico”.
Estos ejemplos demuestran la ignorancia y la falta de criterio frente a los crímenes que el país está viviendo. Lo terrible, lo alarmante y lo violento se van convirtiendo en una mofa colectiva que se expande por internet. Las chicas confunden los celos compulsivos con romanticismo y los chicos restan importancia al problema social al que muchas mujeres se ven expuestas día a día. Hemos normalizado un crimen y parece que nadie se está dando cuenta. Por su parte las autoridades no entienden que la forma de erradicar este tipo de situaciones es direccionando proyectos que trabajen con enfoques educativos.
A pesar de que contamos con CEM ( Centro de Emergencia Mujer), comisarías; polícias “preparados” para atender cualquier tipo de violencia (recuérdese que antes de terminar el año 2019 los policias de la comisaría de El Agustino, en Lima, no acudieron a la llamada de emergencia por asesinato multiple) y leyes que nos “protegen”, siguen sucediendo feminicidios. ¿Por qué sucede eso? Es claro que por varios factores: Una gran estructura machista, las víctimas desconocen sus derechos y el perfil de un agresor y asesino en potencia, no hay alternativas reales de prevención, el estado y la sociedad han olvidado el importante rol de la educación para enfrentar la violencia contra la mujer ; y además también esta la ola mediática, que ha convertido en un show de morbo cada feminicidio, lo que muchas veces genera conceptos e ideas erradas sobre algo que nos preocupa.
Yo me pregunto ¿ Acaso a esta joven le sirvió el CEM o el policía sentado en la comisaría esperando reportes de muertes; por qué normalizaba la violencia de su pareja? ¿En qué fallamos?
La respuesta siempre será una incertidumbre. Tal vez ella pensó : ” Me cela porque me ama” o “porque soy muy guapa”; “me gritó porque estaba ofuscado, me pidió perdón después; además fue la primera vez”; ” no creo que sea tóxico, creo que exageran, además lo hizo una vez”. Nunca sabré que pudo pasar por su mente, ella es ahora una cifra.
Es momento de replantear la labor de nuestros organismos e instituciones de protección. Despertemos, este es un problema social que debe acabar cuanto antes, nuestras madres, hermanas, hijas, nietas o amigas y nosotras mismas, seguimos en peligro. Los asesinos no cuentan chistes, nadie se ríe después de las muertes.
Mirtha Chong Ramírez (Perú, 1995)
Licenciada en Lengua y literatura, activista feminista y fundadora de la “Escuela de Formación Política de niñas lideres”. Ha sido premiada a nivel nacional e internacional por su dedicada labor en la lucha contra la violencia hacia la mujer.
Excelente redacción que nos muestra la frialdad y crueldad con que son vistos los casos de violencia y feminicidio;y la casi nula acción de evitarlos por parte de las autoridades.
No con leyes (que ni se cumplen),no con charlas o ayuda psicologica se solucionantodo,hace falta proyectos como los que ya ha emprendido esta noble maestra Mirtha Chong ,pero que falta que sean presupuestados y promovidos con ayuda del estado peruano;para así educar a nuestra niñez y juventud a no ser ya victimas potentes de más agresiones.
Ojalá siga creciendo su emprendimiento y las autoridades la apoyen para reducir el machismo y todas las mujeres nos valoremos y saber escoger nuestras parejas Dios la ilumine siempre